En busca del deseo sexual
Deseo de mujer En la mujer el deseo sexual es, más que nada, "esclavo" de su sensación interna de bienestar: el bienestar general y en especial, el bienestar consigo misma. Cuando una mujer atraviesa un período de deserotización y asexualidad, suele percibir al deseo y la excitación como estados que ya nunca más le pertenecerán. Una mujer que desconectó con su parte erótica y sensual se siente asexuada y fría. Recuerda con añoranza y nostalgia su faceta de mujer seductora pero la pereza la embarga porque rescatar y reencontrarse con su yo erótico, ahora idealizado, se percibe como un esfuerzo monumental y horrorosamente lejano.
Inspiradores express Sin embargo, siempre es posible recuperar el fluir de la energía erótica por dentro del cuerpo y la delicia del deseo en la cabeza. Tu mente sexual ahora adormecida necesitará de una guía fácil, algunos tips de sencillo alcance. El asunto no es tan complejo pero tampoco es mágico, parecen clichés pero resultan:
Re conectate con tu imagen, volvé a gustarte o gustate más, pequeños cambios te renuevan. Erotizarse viene de la mano con verse bien. Aceptarse y potenciar lo que más te gusta de vos, ilusionarse motoriza, proponete metas accesibles.
Sumá objetos que transmitan placer, bellos para vos y que despierten los sentidos. El programa de buscarlos, elegirlos y probarlos, comenzará a transformar tu mundo interior,
Probáte lencería un buen rato. Ponerte y sacarte frente al espejo diversas prendas de ropa interior inicia tu re-conexión con tu cuerpo erótico ¿negra, roja o blanca? Probá, probá y probá....
Aromas, inciensos...rosas, violetas, sándalo, aspira y elegí el que tu mente mejor vincule con el sexo y el amor. Tu experiencia de aromas también se aplica para la elección del aceite de masaje, probá las fragancias deslizándolo por tus brazos. Imaginá como te gustaría dar y recibir los masajes.
Música, repasa tu "archivo mental" de temas preferidos para un clima estimulante y al mismo tiempo de relax e intimidad. Tenélos a mano para escuchar una y otra vez, acompañálo con visualizaciones y agradables recuerdos pasados cuando disfrutabas del erotismo y el deseo. ¿Qué te gustaba?, ¿qué te excitaba?...
Lectura y cine, libros y películas, sólo vos sabes cuál es el tipo de escena que despierta tu deseo, enriquecélo con escenas de ficción y activa tu fantasía...
Sí, la fantasía sexual es la gran aliada, sos directora, guionista y actriz de tu película mental. Todo vale, en las fantasías no hay leyes ni traición...
Si algo de esto empieza a cambiarte por dentro, pronto se notará desde afuera y probablemente la mirada halagadora te llegue y te fortalezca. Cuando lográs esa sintonía sensual es más fácil disfrutar del deseo del otro y por fin se vuelve afrodisíaco y no una presión los pedidos y ocasiones de intercambio sexual.
Lic. Patricia